DEPORTES

Este Domingo de Resurrección, el Superclásico 285 entre Olimpia y Motagua se llevará a cabo en un Estadio Nacional remozado, ya que por fin se habilitará la gradería de sol oriental, permitiendo que el aforo esté completo. Este clásico del fútbol hondureño se presenta como un partido vital para ambos equipos, ya que necesitan ganar para no complicarse su clasificación directa a las semifinales, especialmente si los clubes sampedranos logran victorias en la jornada 16.

En cuanto al aspecto deportivo, ambos equipos llegan con urgencias. Olimpia, dirigido por el uruguayo Eduardo Espinel, atraviesa un momento de crisis, sin poder ganar en los últimos cuatro partidos, con tres empates y una derrota. El equipo ha tenido una baja ofensiva significativa, anotando solo tres goles y recibiendo cuatro. Sin embargo, el regreso de los creativos Edwin Rodríguez y Jorge Álvarez se espera que aporte un cambio positivo en la dinámica del equipo.

Por otro lado, Motagua, con el argentino Diego Martín Vázquez como entrenador, tampoco atraviesa su mejor momento. Si bien logró una goleada 5-1 contra Juticalpa, su rendimiento ha sido inconsistente, con una reciente derrota ante los Lobos de la UPNFM y un empate ante Real Sociedad. A pesar de que Motagua no ha ganado clásicos esta temporada, sigue siendo un rival peligroso, pero necesita una victoria en este encuentro para mantener vivas sus posibilidades de clasificar a las semifinales.

Este superclásico no tiene un claro favorito, pero el hecho de que Olimpia juegue en su casa y cuente con el apoyo exclusivo de su barra en el estadio, le otorga una ligera ventaja. Ambos equipos están obligados a ganar para asegurar su futuro inmediato en la competición.