El juez Castell es el ejecutor de la venganza de la DEA que es quien le armó toda la trama.

No hay que ser muy acucioso para comprender que el gobierno norteamericano utilizó a JOH para detectar y extraditar a los capos de la droga en Honduras y el pecado del expresidente Juan Orlando Hernández fue haber ordenado el derribo de la avioneta a bordo de la cuál viajaba en agente de la DEA encubierto.

Eso no se lo perdonaron y al igual que a Ramón Mata Ballesteros, a quien también acusaron de planificar el asesinato de Enrique Camarena, agente de la DEA en México. Matta tiene ochenta y tres años y de está muriendo en la prisión y debería estar en libertad porque el agente de la DEA que lo inculpo cuando está a punto de morir víctima de cáncer confesó que a Matta lo había inculpado por venganza.

Juan Orlando Hernández fue un lacayo del gobierno de los Estados Unidos y ahora el juez Castell está a punto de emitir sentencia y por los delitos que le achacan el expresidente Juan Orlando Hernández está a punto de recibir tres condenas perpetuas.

Esa es la verdadera cara de los gringos porque mal pagan a quien bien les sirve.