Marco Rubio concluye una gira clave en Latinoamérica con foco en migración y el Canal de Panamá
7 de febrero de 2025
Marco Rubio finalizó este jueves su primera gira internacional como secretario de Estado de EE.UU., un recorrido por Centroamérica y República Dominicana que ha marcado un cambio en la política exterior estadounidense, con énfasis en la migración y la influencia china en la región, especialmente en el Canal de Panamá.
«Creo que ha sido una visita de tanto impacto que hubo un terremoto, el primer terremoto que yo he tenido en mi vida», bromeó Rubio en Guatemala, la última parada de su gira que incluyó también a Panamá, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana. El sismo de 5,6 grados, según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), ocurrió durante su estancia en el país centroamericano.
Rubio, de ascendencia cubana, utilizó el español en sus intervenciones iniciales, un gesto inédito para un secretario de Estado de EE.UU. Su elección de Latinoamérica como primer destino internacional marca un cambio histórico, pues hace más de un siglo que un funcionario de su rango no priorizaba la región en su agenda diplomática.
Rubio inició su gira en Panamá, donde abordó la controversia sobre la presencia china en el Canal y los peajes impuestos a las embarcaciones estadounidenses. Durante su reunión con el presidente José Raúl Mulino, el mandatario panameño se comprometió a no renovar el acuerdo comercial con China sobre la Nueva Ruta de la Seda. Además, las autoridades del Canal anunciaron una colaboración con la Marina de EE.UU. para optimizar el tránsito de sus buques.
Sin embargo, las relaciones se tensaron cuando el Departamento de Estado de EE.UU. aseguró que Panamá había accedido a eximir de pago a los barcos estadounidenses, algo que la administración del Canal desmintió rápidamente. Mulino calificó el comunicado de Washington de «intolerable» y anunció una conversación con Donald Trump para aclarar el asunto.
Migración: el tema de consenso
Rubio destacó avances en la gestión migratoria. En Panamá, supervisó la deportación de migrantes colombianos en un vuelo financiado por EE.UU., parte de un acuerdo con Mulino que ha facilitado la expulsión de más de 1.700 personas desde agosto.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele consolidó su relación con la administración de Trump al ofrecer su megacárcel para albergar migrantes indocumentados con antecedentes criminales detenidos en EE.UU., en un acuerdo sin precedentes.
En Guatemala, Rubio logró el compromiso de Bernardo Arévalo para aumentar en un 40 % los vuelos de deportación desde EE.UU. y recibir migrantes de otras nacionalidades expulsados por Washington.
En Costa Rica, Rubio elogió la cooperación en ciberseguridad y la lucha contra el narcotráfico. Asimismo, respaldó la decisión de San José de excluir a empresas chinas de licitaciones para redes 5G, en lo que calificó como una medida clave para la seguridad nacional.
En República Dominicana, Rubio cerró su gira tratando con el presidente Luis Abinader la crisis en Haití, reiterando el apoyo estadounidense a la Misión Multinacional de Apoyo a la Paz en el país vecino y destacando la necesidad de estabilidad económica para frenar la migración haitiana.
Al concluir su gira, Rubio señaló a Nicaragua, Venezuela y Cuba como los responsables de la crisis migratoria en la región, calificando a sus gobiernos de «enemigos de la humanidad».
Con este viaje, la administración de Trump deja clara su intención de reforzar su presencia en Latinoamérica, priorizando el control migratorio, la seguridad y la contención de la influencia china.