Comunidades misquitas levantan campamento para protestar contra la construcción de cárcel en Mocorón
9 de enero de 2025
9 de enero de 2025
Las comunidades misquitas del departamento de Gracias a Dios intensifican su resistencia contra la construcción de un Centro de Reclusión de Emergencia (CRE) en la zona de Mocorón, anunciada por el gobierno de la presidenta Xiomara Castro. En respuesta, los pobladores han instalado campamentos en el área como símbolo de protesta y resistencia activa.
Los campamentos, que suman cuatro hasta el momento, han sido edificados con apoyo de donaciones provenientes de miembros de las comunidades locales. Estos espacios sirven para albergar a los manifestantes que permanecen en el lugar en estado de alerta, rechazando lo que consideran una imposición gubernamental que afecta sus derechos y el equilibrio de su territorio.
Los líderes comunitarios han expresado que la construcción de un megacárcel en Mocorón representa una amenaza para su forma de vida y el uso tradicional de la tierra. Además, han señalado que la región ha sido históricamente olvidada por las autoridades en términos de inversión social y que la instalación de un centro penitenciario no es una solución a los problemas que enfrenta el departamento de Gracias a Dios, como la falta de infraestructura, servicios. básicos y apoyo al desarrollo sostenible.
El gobierno ha defendido la construcción del CRE en Mocorón como parte de su estrategia de seguridad para enfrentar el crimen organizado y el narcotráfico, problemas que afectan gravemente la región. La ministra de Defensa, Rixi Moncada, ha enfatizado que la decisión del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad tiene como objetivo garantizar el bienestar común y combatir las actividades delictivas que utilizan Gracias a Dios como corredor de drogas.
Sin embargo, las comunidades misquitas consideran que no han sido debidamente consultadas sobre el proyecto y temen que la cárcel pueda traer consigo más problemas que soluciones, incluyendo impactos sociales, culturales y ambientales negativos.
La construcción de los campamentos simboliza la unidad de las comunidades misquitas en su lucha por defender su territorio. Los pobladores han manifestado que no abandonarán el lugar mientras el gobierno no dé marcha atrás en sus planos de construir la megacárcel.
“Nosotros no queremos una cárcel en nuestro territorio. Necesitamos escuelas, hospitales y carreteras, no más problemas”, expresó uno de los líderes de la protesta.
Mientras las comunidades continúan organizándose y buscando apoyo de organizaciones nacionales e internacionales, el gobierno aún no ha dado señales de reconsiderar la decisión. La tensión en Mocorón podría aumentar si no se establece un diálogo efectivo que considere las preocupaciones de las comunidades misquitas.
La construcción del CRE en Mocorón sigue siendo un tema de controversia que pone en evidencia la necesidad de un equilibrio entre las políticas de seguridad nacional y el respeto a los derechos de las comunidades indígenas en Honduras.