El Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) enfrenta un nuevo escándalo tras confirmarse el desfalco de al menos 7 millones de lempiras mediante una planilla fantasma que incluyó a 20 personas que se hicieron pasar por médicos durante tres meses de 2024.

El interventor del IHSS, Samuel Zelaya, reveló que la denuncia ya fue presentada ante el Ministerio Público (MP), y aseguró que la institución ha proporcionado toda la información necesaria para proceder contra los responsables.

“Hemos facilitado todo lo necesario para que las autoridades puedan aplicar la justicia a todas las personas involucradas en este desfalco”, afirmó Zelaya, quien también pidió celeridad en el proceso para asegurar que los culpables enfrenten penas de cárcel.

La irregularidad había sido reportada en 2023 por el entonces director del IHSS, Carlos Aguilar, pero hasta la fecha no se observan avances significativos en las investigaciones del MP. Esta falta de acción ha generado cuestionamientos sobre la efectividad del sistema judicial en casos de corrupción.

Por su parte, Zelaya desmintió los rumores sobre una supuesta contratación de 5,200 empleados adicionales, asegurando que la plantilla actual del IHSS asciende a 6,900 trabajadores, incluyendo personal permanente y sustitutos temporales que cubren permisos médicos o académicos.

“Cada sustitución se convierte en un contrato porque se hace una estructura para pago”, explicó, destacando que la junta directiva del IHSS ha prohibido contrataciones administrativas bajo esta modalidad.

El secretario de la Central General de Trabajadores (CGT), Daniel Durón, calificó la situación del IHSS como un “problema de lesa humanidad” , señalando la urgencia de una reforma estructural que libere a la institución de la intervención política y garantice una administración eficiente. .

Durón destacó que, aunque el diagnóstico de los problemas es claro, ningún gobierno ha asumido la seguridad social como un tema prioritario.

“El tema del diagnóstico y evaluación está agotado. Hay que asumir la seguridad social como un problema de país a mediano y largo plazo”, sentenció.

Mientras tanto, los derechohabientes continúan enfrentándose a graves deficiencias en los servicios de salud, como mala infraestructura, falta de insumos, largas esperas para citas médicas y desabastecimiento de medicamentos.

Representantes de la empresa privada calificaron los problemas del IHSS como “un tema histórico”, señalando que los interventores no han logrado resolver la crisis en más de una década. A pesar de ello, expresaron su disposición para colaborar en la búsqueda de soluciones.

“Este es un tema que no se ha podido resolver en más de 12 años. Estamos dispuestos a ayudar para mejorar el IHSS”, manifestó.

La situación actual del IHSS pone en evidencia la necesidad de una reforma integral que aborde tanto la corrupción como las deficiencias estructurales de la institución. Los recientes casos de malversación, como el de la planilla fantasma, subrayan la urgencia de implementar medidas para garantizar la transparencia y la correcta administración de los recursos públicos.

A medida que los hondureños continúan sufriendo las consecuencias de una seguridad social debilitada, el llamado a la acción resuena con mayor fuerza. Sin un compromiso firme y reformas profundas, el futuro del IHSS y de millones de derechohabientes permanece en riesgo.