El acné es sin duda el proceso dermatológico más frecuente por el que la población joven asiste a consulta dermatológica, todos, en mayor o en menor grado, lo hemos padecido. Su enorme frecuencia y su escasa valoración por parte de muchos hace que sea con frecuencia motivo de múltiples terapéuticas “caseras” muy difundidas en redes sociales sin el suficiente respaldo científico.
¿Qué causa el acné? Es una enfermedad de patogénesis multifactorial, implica hiperqueratinización folicular, colonización microbiana con Cutibacterium acnes, producción de sebo, Mecanismos inflamatorios complejos que involucran tanto inmunidad innata y adquirida, mecanismos neuroendocrinos y factores genéticos y no genéticos. Factores de riesgo para el desarrollo del acné incluyen el aumento de la edad durante adolescencia, antecedentes familiares de acné y tipo de piel grasa.
El acné vulgar es una afección cutánea común. afectando al 9,4% de la población mundial en 2010, representa la octava enfermedad más prevalente globalmente. El acné afecta aproximadamente al 85% de las personas adolescentes, pero puede ocurrir en la mayoría de los grupos de edad y puede persistir hasta la edad adulta.
La calidad relacionada con la salud del impacto del acné en la vida es comparable al del enfermedades como asma, psoriasis y artritis. El acné se asocia con mayores riesgos de estigmatización, acoso, depresión, ansiedad, pobreza autoestima e ideación suicida.
Acné principalmente se presenta con comedones abiertos o cerrados, pápulas, pústulas o nódulos en la cara o el tronco y pueden provocar dolor, eritema, hiperpigmentación o cicatrices.
Partes interesadas de las medidas internacionales de resultados en dermatología y la Academia Americana de Dermatología alcanzó consenso en una escala ordinal de 5 puntos (que van de 0 a 4: claro, casi claro, leve, moderado y severo) a cuantificar la gravedad del acné.
Las opciones de tratamiento disponibles para el acné incluyen terapias tópicas (Cremas de peróxido de benzoilo, adapaleno, acido azelaico, jabones), antibióticos sistémicos, hormonales. El uso simultáneo de protector solar diario puede reducir los riesgos de quemaduras solares.
El tratamiento en cada caso es individualizado.
Hay algunas medidas generales que puede seguir si padeces acné:
Identificar y evitar desencadenantes como ser la dieta, uso de productos no adecuados como ser cremas que exacerben el acné, lo mejor es usar productos en gel o de consistencias mas ligeras, uso de maquillaje comedogénico, limpieza no adecuada de las brochas de maquillaje.
Tener una rutina de cuidado de piel, lavar tu rostro todas las mañanas, uso de filtro solar adecuado, desmaquillar y limpiar rostro antes de dormir.
Usar un jabón especifico para lavar el rostro, de preferencia que sea un dermolompiador que respete la barrera cutánea.
Tener medidas de control de estrés, ya que este puede empeorar los brotes de acné.
Si con medidas generales el brote no se controla debes acudir a tu dermatólogo de confianza para evitar secuelas de acné como manchas y cicatrices.
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