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  • Foto del escritorGuillermo Cerritos

La fruticultura en Honduras un agronegocio generador de empleos y riqueza.


Actualmente importamos principalmente de México y luego Guatemala más de 32 millones de libras de aguacate una fruta que Honduras puede producirse localmente porque tenemos las condiciones agro climáticas para lograrlo. El valor de la importación de aguacate supera los 500 millones de lempiras que a valor en el mercado a precio final (consumidor ) puede representar aproximadamente unos 1250 millones.


Este cultivo ha demostrado en algunos pilotos realizados en el país en Santa Bárbara por proyectos de la cooperación internacional (USAID) que el aguacate es una alternativa que permitiría sacar a muchos hondureños de la pobreza y algunos hasta convertirse en microempresarios,  después de 4 años de estas pruebas pilotos según lo expresado por el ex Ministro Mauricio Guevara quién promovió la siembra con apenas 18 plantas por familia, los que en un momento le dijeron que estaba loco, años más tarde lo felicitaron y reconocieron que su atrevida iniciativa había obtenido éxito y esto dio pie para que fuera formada la Asociación de productores de aguacate de Honduras (ASPAH).


Todos los expertos en economía indican que urge generar empleos, aumentar ingresos en las familias pobres del área rural, frenar la migración, aumentar las exportaciones para tener divisas y o reducir las importaciones aumentando la producción agropecuaria nacional.


El aguacate es un caso de estudio que permite vislumbrar que la fruticultura es uno de esos subsectores que puede contribuir a solucionarlo el grave problema del desempleo y retener a nuestro agricultor en sus tierras y comunidades rurales.


Honduras posee condiciones para fortalecer la producción de más de 12 tipos de frutas tropicales con demanda nacional insatisfecha y/o oportunidades de exportación como ser: banano, plátano, piña, naranja, limón, toronja, papaya, aguacate, guayaba taiwanesa, coco, marañón y mango.


Esto anteriormente indica que hay al menos 12 cadenas de valor agro productivas que impulsadas beneficiarían a múltiples actores: proveedores de insumos y servicios, técnicos especializados, viveristas, productores, comercializadores, procesadores, exportadores e importadores estos últimos no tendrían necesidad de divisas para comprar afuera frutas que podemos ofertar localmente.


Hace más de una década FAO estimaba que el hondureño tenía un consumo promedio de más de 100 kilos (220 libras) de fruta fresca al año, consumo que está por debajo de otros países en la región pueden duplicarlo.


La ventaja del consumo de frutas en la dieta alimenticia en términos de salud y nutrición no necesita ser demostrada pues hay suficiente evidencia científica que la confirma.


Honduras llegó a tener más de 100,000 hectáreas (140 mil manzanas) pero en la ausencia de un censo nacional agropecuario no se cuenta con un dato actualizado pero se ha decrecido significativamente en rubros como el banano, plátano, naranja, mango y otros.


Volviéndonos importantes importadores de países en la región.


Los retos son grandes cómo también las oportunidades.


Para aprovechar las oportunidades en los mercados locales, intra regionales y extra regionales, se requiere mejorar la competitividad que implica aumentar producción y productividad con calidad mundial.


A nivel mundial existen tendencias que el consumo de frutas va aumentando porque las personas valoran su salud y tener una correcta alimentación asegura la misma. Los nutricionistas recomiendan el consumo diario de frutas, y en años anteriores existió una campaña en la región impulsada por los programas nacionales vinculados al sub sector fruticola promoviendo el consumo de frutas que se denominó “Cinco al día”. Hay que retomar esta campaña.


También hemos desaprovechado los tratados comerciales como ser el CAFTA RD que le abren las puertas a los países de la región para nuevos mercados. La proximidad de EEUU y los países es una ventaja importante así como la no obligación de pagar aranceles.


Las frutas tienen una gran oportunidad de transformación o procesos agroindustriales que permitiría aprovechar la fruta fresca que no califica para exportarla agregando valor al someter a procesamiento para producir: concentrado de jugo, pastas, jaleas, frutas deshidratadas, en almíbar y jugos.


El año pasado el precio internacional del concentrado de jugo de naranja se triplicó por efectos de cambio climático, sequías, enfermedades cómo el HLB que no hay resistencia genética y otros factores.


En EEUU y Europa hay frutas que no se producen o se producen poco lo cual abre la ventana de exploración de nuevos mercados. Incluso se menciona que las grandes comunidades de hondureños en EEUU y España desean consumir frutas producidas en Honduras convirtiéndose las frutas en “productos nostálgicos”.


Los frutales tienen su estacionalidad o sea no se producen todos los meses del año por lo que la diversificación es una estrategia imprescindible para asegurar que la mano de obra tenga opciones de empleo en diferentes épocas y así no migren al extranjero.


Hay segmentos de mercado nacional que son menos exigentes, pero de bajo valor compensando con alto volumen y que no demandan tantos requerimientos de calidad, pero si se pretende generar puestos de trabajo dignos y exportar o accesar a las cadenas de supermercados es imprescindible la calidad, la sostenibilidad en el flujo de producto.


Recomendaciones generales para potenciar al subsector frutícola de Honduras:


Aumentar significativamente la asignación de recursos de los fondos nacionales a la fundación hondureña de investigación agrícola (FHIA) para que siga liderando y fortaleciendo el programa de investigación en frutas tropicales y brinden la asistencia técnica requerida para lograr el posicionamiento de Honduras en el mercado mundial de frutas tropicales.


Crear productos financieros que tomen en consideración que este subsector requiere tasas bajas y plazos largos para ser congruentes con el ciclo biológico de los cultivos perennes de frutas.


Apoyar la asociatividad.


Invertir en infraestructura de caminos y gestión del agua para riego.


Cabe mencionar que los frutales son importantes organismos que pueden ayudar a mitigar los efectos del cambio climático en dos vías: reducción de emisiones y secuestro de gases de efecto invernadero.

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