Tener miedo o pensar negativamente sobre la tercera edad se debe, en muchas ocasiones a estereotipos culturales que crean una imagen falsa sobre la vejez. En este sentido, los mitos del envejecimiento relacionan de forma errónea esta etapa con aspectos como el deterioro de las capacidades, dependencia, enfermedades y problemas cognitivos, entre otros.
Como consecuencia, los estereotipos relacionados con el envejecimiento pueden conllevar:
MITO 1: "Las personas mayores pierden la memoria"
REALIDAD:
La edad no determina que todas las personas mayores experimenten pérdida de memoria. El deterioro de las funciones cognitivas es multicausal.
MITO 2: "El envejecimiento significa enfermedad y dependencia"
REALIDAD:
La enfermedad no está vinculada a la edad cronológica. Esta concepción proviene del paradigma biomédico, pero los cambios biológicos no son lineales ni uniformes. Aunque algunas de las variaciones en la salud de las personas mayores se deben a la genética, los factores que más influyen tienen que ver con el entorno físico y social, las condiciones materiales de vida, las redes de apoyo, el acceso a los servicios sociales y de salud, la educación, el medio ambiente y los modos de vida.
MITO 3: "Las personas mayores se vuelven como infantes"
REALIDAD:
Tener una edad avanzada no implica dejar de ser una persona adulta, ni tampoco que se pierdan derechos o se tenga que recibir un trato infantilizante. Aunque alguna persona mayor requiera de cuidados, no deja de ser adulta ni pierde la autonomía.
MITO 4: "Las personas mayores suelen estar deprimidas y tristes"
REALIDAD:
Los problemas de salud mental, la depresión y la tristeza NO forman parte del proceso de envejecimiento. Estas concepciones representan prejuicios acerca del estado anímico de las vejeces.
Te invitamos a pensar en la vejez como una etapa más de la vida; diversa, con posibilidades y elecciones diferentes para cada persona.
Una etapa que cada uno tiene derecho a vivir en libertad, ya que no existe una sola forma de envejecer.
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